Padres e hijos en furgo

Si por el Día del Padre te ha entrado el amor de hijo/a y decides regalarle un viaje en furgo, te enfrentas a una gran aventura, pero también a un gran reto. Si el padre eres tú, puedes identificarte en alguna de estas frases más dichas dentro de una furgo. Seas el padre o el hijo, desde luego la experiencia en furgo siempre se convierte en un recuerdo inolvidable, para bien o para mal. Es importante seguir unos fáciles consejos para que la convivencia sea positiva:

Establece normas antes de empezar el viaje

Identifica esas situaciones que pueden provocar discusiones y evítalas pactando antes como actuar. Por ejemplo, si tu padre va a insistir en elegir la música y no quieres soportar boleros durante horas, poneos de acuerdo en que cada vez elija uno qué escuchar.

Comunícate

Haz saber a tu padre lo que te molesta y lo que quieres, pero siempre de una forma positiva; “voy muy tranquilo/a cuando conduces tú, pero ahora me toca a mí y también me apetece”.

Si dices lo que quieres sin miedo te sorprenderás positivamente de las reacciones de tu padre.

Ante todo, flexibilidad

No seas intransigente y cede en ocasiones. No tengas ideas prefijadas con anterioridad, sobre todo si aún no las has comentado con tu padre.

Viajar en furgoneta consiste muchas veces en dejarse llevar ¿por qué no hacerlo también con tu padre?

No dejes que un enfado dure demasiado

No te acuestes nunca molesto/a y trata de solucionar los conflictos lo antes posible. Recuerda que cuanto más tiempo dure tu enojo, más tiempo de disfrute restarás a tu viaje.

Mantén tu mente abierta

En un viaje surgen imprevistos y debes conservar una actitud positiva a pesar de las dificultades.

Hacer uso del sentido del humor y reconfortarle cuando se pone nervioso, puede crear lazos más fuertes entre vosotros.

Escucha

A veces despreciamos la forma de pensar de los demás. Si quieres que tu padre te tenga en cuenta también debes respetar sus opiniones. Al fin y al cabo tu progenitor ha vivido muchos años sin ti y ha hecho muchas cosas a lo largo de su vida. Sus enseñanzas seguro que te son útiles.

Disfruta de la soledad

Conviene que descanséis un poco el uno del otro y que preservéis algo de privacidad.

De este modo cuando volváis a estar juntos el ambiente será más relajado y no os sentiréis sobrepasados por situaciones cotidianas.

No te hagas falsas expectativas

Van a surgir discusiones, seamos realistas, porque es lo normal en una convivencia. Podéis vivir situaciones físicamente incómodas, como que haga mucho frío o mucho calor o problemas de espacio. Debes estar preparado y conseguir que sean las menos posibles.

Ten paciencia

A lo mejor a tu padre le cuesta un poco cambiar el rol de padre-hijo/a a compañeros de viaje, pero con tranquilidad verás que todo llega. Al fin y al cabo, viajar en furgo es bueno para la salud 😉

Piensa que la relación con tu padre también ha sido un viaje. En la infancia papá es casi un superhéroe y lo sabe todo. En la adolescencia, con la construcción de la propia personalidad, se tiende a despreciar sus opiniones y verlo fuera de época, anticuado. Con la madurez, volvemos a respetar más su forma de pensar y a pedir más consejos.

Y por supuesto llegará el momento en que por ley de vida, no esté, y pensarás; “ojalá, pudiera compartir esto con papá”, motivo fundamental para que disfrutes de cada momento de este viaje.