¿Te animarías a pasar la noche en una solitaria iglesia medieval? Eso es lo que propone el Church Camping, o Champing, una nueva tendencia turística que va cobrando importancia en los últimos años.
Con el descenso de fieles y la despoblación rural, muchas iglesias en toda Europa han quedado abandonadas. Pero son un patrimonio histórico y cultural cuya conservación es costosa. En Reino Unido, la Church Conservation Trustdio hace unos años con una solución innovadora para este problema. Habilitar las iglesias abandonadas como lugar de acampada para recaudar fondos que ayuden a conservarlas.
El Church Camping comenzó con una prueba piloto en la Iglesia de Todos Los Santos, en Northamptonshire (Inglaterra). Hoy en día, 18 santuarios en todo el país forman parte de la red de Champing. La mayoría de ellos están situados en zonas rurales, lo que permite al visitante disfrutar de la paz y la tranquilidad de la campiña inglesa (y otras maravillas de la naturaleza) en todo su esplendor.
No esperes grandes lujos. En la mayoría de estas iglesias dormirás sobre un fino colchón con tu propio saco de dormir (o puedes alquilar uno allí), no tendrás calefacción ni electricidad, y puede que ni señal para el móvil. Aquí el verdadero lujo es la desconexión, el silencio, la historia contenida en cada una de las piedras sobre las que te acomodas, la soledad.
Por 49 £ la noche, tendrás una iglesia para ti sola (o acompañada) con una sencilla cama, velas y linternas, baño, té y café. Por un extra, un productor local te traerá un desayuno cero kilómetros a la iglesia. O puedes elegir disfrutarlo en algún negocio cercano.
El Champing es, además de original y exclusivo, una opción ecofriendly, una manera de potenciar la economía local y una delicia para los amantes del slow travel. ¿Cómo no estar presente en un edificio con cientos de años de historia sin más distracciones que las de la propia memoria colectiva grabada en las piedras y las de tu imaginación?
Habrá a quién la idea de dormir en una iglesia fría y solitaria en medio de la nada le resulte un poco siniestra. Pero para aquellos que buscan experiencias de viaje diferentes, esta es una de las que hay que probar. Plus: aceptan todo tipo de viajeros, incluidos los de cuatro patas.
Por ahora solo santuarios en los que ya no se ofician misas forman parte del Church Camping, pero hay un creciente interés de iglesias en funcionamiento en abrir sus puertas a huéspedes nocturnos como manera de reunir fondos para reparaciones y trabajos de conservación. Parece que en los próximos años el Champing experimentará un auténtico boom.
Y tú, ¿acamparías en una Iglesia?