Si nunca has tenido una furgoneta camper pero has pensado más de una vez en hacerte con una, es probable que también hayas pensado que para ello debas realizar un desembolso económico considerable. Pero hay otras soluciones, prácticas y funcionales que, además, son mucho más asequibles.
Tu dormitorio es tu furgoneta
De esta forma, las personas que deseen realizar todo tipo de viajes en carretera pueden convertir su vehículo en dormitorios clásicos, construyendo un santuario que le aísle del desgaste del recorrido y le permita tener un lugar de relajación y descanso con acceso exclusivo, fácil e inmediato.
En cierta forma, convertir la parte trasera de la una furgoneta en un dormitorio no debería ser una labor complicada ya que bastaría con ubicar un colchón en el suelo, sin embargo, el dormitorio es un reflejo de nuestras preferencias individuales, por lo que se aconseja que la persona haga una selección del mobiliario que desea, a fin de crear el escenario perfecto que le permita disfrutar de un sueño feliz y reparador.
Es necesario tomar las medidas del espacio con el fin de organizar mentalmente los muebles que pueden caber en la furgoneta y una vez hecho esto se debe analizar cuáles serán los elementos necesarios que se deben incluir en el dormitorio, lo cual variara dependiendo del gusto y las necesidades de cada persona. Es aconsejable hacer un plano del dormitorio, esto no requiere conocimientos de arquitectura ni diseño de interiores, basta con un simple dibujo que ayude a tener un imaginario de la ubicación de los muebles en el espacio que se tiene.
Ahora bien, el punto de partida del diseño y la ubicación de los muebles deben girar en torno a la cama, de forma que debe en primer lugar elegirse el estilo de la misma, ya sea un modelo escandinavo elegante, algo más tradicional, o un opulento dosel. Esto determinara estéticamente los otros muebles que se quieran incorporar. Una vez realizados estos pasos, la persona puede, si lo desea, comprar una alfombra para colocar en el suelo de la furgoneta con el fin de aislar el frió y una vez hecho esto empezar a organizar los muebles en torno a la cama.
Terminada la labor, solo queda salir a la carretera y disfrutar de un viaje placentero, disfrutando de la espontaneidad ya que se pueden hacer cambios en el itinerario sin la necesidad de cancelar o realizar nuevas reservas.