Libertad: El combustible de la vida

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Foto: @workingwomanreport

La amplitud de mente que aporta viajar con esta libertad, dejándose llevar por las aventuras que surgen en cualquier viaje y que se intensifican cuando, además, te mueves con la casa a cuestas, no se paga con dinero.

En un mundo en el que el estrés es la norma, hasta tal punto que afecta a cómo planificamos las vacaciones, gana terreno un turismo más relajado e independiente: viajar en furgoneta camper. Este turismo itinerante engancha en un primer bautismo, por su menor coste y aunar en un único entorno alojamiento y transporte; pero, después, enamoran la libertad de elegir y posibilidad de ir más allá. Hoy está de moda, pero, para muchos, es mucho más.

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Foto: @vintag.es

Viajar en furgo: breve retrospectiva

Hasta los años 60, viajar se asociaba a un poder adquisitivo alto. Pero la década de los 60 lo cambió todo: desde el extranjero, las carreteras nos enviaban más y más turistas con ansias por explorar un país hasta entonces poco abierto. Los españoles mirábamos al coche como un paso más hacia nuestros iguales europeos. Y comenzamos a viajar. Pero los sueldos y pagos a plazos no dejaban mucho colchón para unas vacaciones de hotel. Muchos descubrieron, entonces y gracias a esos viajeros de allende los Pirineos, la oportunidad que suponían los campings. El movimiento camper había llegado y el turismo itinerante comenzó su despegue.

Esta explosión vino muy determinada por un icono: las furgonetas Volkswagen camper completamente equipadas, que han marcado el estilo de vida camper. La libertad que da viajar de este modo, asentar la furgo camper en parajes poco habituales y la convivencia enriquecedora con otros viajeros itinerantes que compartían sus valores consolidaron el turismo en furgoneta camper.

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Foto: @dometic

El combustible de la vida

La influencia de los valores asociados a las furgos (libertad, aventura, curiosidad, inconformismo…) han derivado en la sustitución de la vivienda por la propia furgo. En definitiva, aquello que, en muchas ocasiones, era una forma única de viajar se ha convertido en una forma de vida. Sin un espacio físico al que ligarse de forma permanente, quienes han elegido la furgo como hogar itinerante disfrutan y sacan lo mejor de cada lugar en el que deciden pasar una temporada. Como curiosos empedernidos e inconformistas manifiestos, los viajeros campers se dejan llevar por cada momento, exploran allí donde plantan la furgo, amplían su mente y, además, tienen la opción de disfrutar de paisajes que, de una forma más convencional, no estarían a su alcance.

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Foto: @snowmads.world

La amplitud de mente que aporta viajar con esta libertad, dejándose llevar por las aventuras que surgen en cualquier viaje y que se intensifican cuando, además, te mueves con la casa a cuestas, no se paga con dinero. Y no es únicamente una opción para parejas de mediana edad. Cada día más jóvenes se animan a ser partícipes de la comunidad camper y unen un periodo de su vida a un turismo tan poco convencional como viajar en furgo. Solo hay que echar un vistazo a Instagram

Viajar o vivir en una furgo es hoy, para muchos, más que un modo de vida: es su filosofía vital.