Vivir y viajar con bebés en furgoneta: ¡me convertí en mamá viajando en camper!

vivir y viajar con tu bebe en furgoneta

Vivir y viajar con bebés en furgoneta

Has tomado la decisión de vivir y viajar en una furgoneta camper junto a tu familia.

Estás feliz, eufórica, con un sueño por cumplir y muchas ganas de empezar.

Comienzas a dar la noticia a tus más allegados y más de la mitad te dicen “estás loca”, “¿cómo vas hacer eso?”, “pero ¿vas a dejar tu trabajo?”, “te vas arrepentir” y un largo etcétera de pegas que puede hacer que te vengas abajo.

¿Te suena esta situación? 

Vivir en una furgoneta camper se considera algo extraño y poco habitual, pero si encima le sumas que lo vas hacer con un bebé, ¡ya es de locos! A lo largo de este artículo verás que nada es imposible si crees en ello. Da igual las opiniones de terceros porque cada persona tiene un sueño y debe ser él o ella quien luche por hacerlo realidad. 

Convertirse en madre viviendo en furgoneta camper

Ser madre primeriza es toda una aventura, pero si le sumas que esa aventura interna transcurre en una camper, se vuelve todavía más intensa y llena de superaciones. A la vez que descubres lugares increíbles viajando con tu bebé en furgoneta, comienzas una aventura interna llena de emociones, sentimientos y aprendizajes. Llegas a conocerte a ti misma como madre y como mujer de una forma que jamás habrías imaginado. 

Todo es nuevo para ti: los espacios de la furgo, los ritmos y rutinas del día a día, la lactancia materna, los llantos de tu bebé, los recorridos por carretera, los paisajes que ves por la ventana… sumándole, además, todos los cambios internos que estás viviendo como madre primeriza. Esta situación puede llegar a ser un tanto desconcertante durante las primeras semanas viviendo con un bebé en furgoneta, pero lo cierto es que al final merece la pena.

En esos momentos de agobio, de no poder más, de necesitar un tiempo contigo misma, sólo tienes que abrir la puerta de tu casa y disfrutar de las vistas. La libertad que te ofrece este tipo de vida se valora mucho cuando te conviertes en madre. Es cierto que ahora tienes menos tiempo para ti y tus aficiones, pero irónicamente tienes a tu alcance todo un mundo por descubrir. Al final, convertirse en madre dentro de una furgoneta camper no es tan malo como lo pintan. 

trabajando y amamantando en furgo

Errores y Aprendizajes

Vivir y viajar con un bebé en furgoneta es como volver a ir a la escuela, interiorizas día tras día tus errores y tus aciertos. Aprendes a ser paciente, a escuchar a tu cuerpo, a confiar en tu instinto como madre y a valorar más el presente. 

Vives y compartes las 24h del día en un espacio relativamente pequeño con un bebé que pide teta a demanda y un compañero de vida y viaje con el que, por suerte, te complementas al cien por cien.

A esto hay que sumarle las horas en carretera, las tareas del van-hogar, el teletrabajo, las posibles averías que pueda tener la furgoneta , entre muchos otros. Esta situación puede llegar a ser muy estresante si no te tomas las cosas con calma y meditación

Cada familia debe amoldarse a sus propios ritmos para fluir de la mejor forma posible día tras día. En nuestro caso, comenzamos a aprovechar las horas de siesta para avanzar en los trayectos (eso sí, no por más de dos horas). Fijamos la hora del baño por las noches, asegurándonos siempre que teníamos agua en el depósito y si no, contábamos con todo el día para ir a cargarlo. A la hora de dormir, yo me acostaba con mi bebé en la cama mientras mi compañero hacía la cena o trabajaba en el ordenador, de esta forma todos “trabajamos” en equipo y disfrutamos mucho más de nuestra vida en furgoneta camper.

Al final, llegas a la conclusión más importante de todas, y que además es la clave para viajar con bebés en furgoneta. 

La clave para viajar con bebés en furgoneta

Con todo ello, dejas de forzar las rutinas del día a día y decides fluir con el ritmo de viaje y las demandas de tu bebé, comprendiendo que lo más importante es la adaptación. Puedes hacer de todo en esta vida si te adaptas correctamente al entorno o la situación que corresponda, y en este caso debes adaptarte a los ritmos que requiere el vivir y viajar con un bebé en furgoneta. 

En nuestro caso, por ejemplo, a la hora hacer largos trayectos en carretera decidimos dividir el recorrido en tramos para no frustrarnos en caso de no poder llegar al destino fijado. Con un bebé debes parar cada dos horas como mucho, y en nuestro caso a veces podíamos conducir solamente media hora. Esta situación nos causó mucho nerviosismo al principio del viaje y sobretodo durante los trayectos, hasta que nos adaptamos a la situación y dimos con una solución viable. 

Al final, todos estos aprendizajes a base de prueba y error, de agobios y frustraciones, de momentos tensos y estresantes, hacen que llegues a conocer con mayor profundidad tus luces y tus sombras. 

disfrutar la maternidad en furgo es posible

Empoderamiento como madre y mujer

Es difícil describir todo lo que puedes llegar a experimentar cuando vives y viajas con un bebé en furgoneta. Ese viaje en el que recorrerías cientos de kilómetros en carretera, se convierte más bien en un viaje de introspección a tu verdadera esencia.

Te das cuenta de que puedes con todo y mucho más. Descubres que lo que antes eran miedos, ahora son logros. Te das cuenta de que has superado todas las piedras que se habían puesto en tu camino. Que a pesar de ser madre primeriza, tu instinto de mujer es más sabio que el mismísimo demonio. Y sobre todo, te sientes una mujer empoderada porque al final, has logrado cumplir tu sueño a pesar de los comentarios de esas terceras personas.