Los orgullosos propietarios de esta Volkswagen T2 de 1974 son una joven familia inglesa de cuatro pasajeros, entre los que contamos un afortunado niño de 3 años y un integrante un poco más peludo. Las aventuras de esta familia intrépida comenzaron el día en que decidieron emprender un viaje apasionante al sur del continente africano en busca de un vehículo que les permitiera tener la vida que siempre habían querido, descubriendo lugares a bordo de su querida furgoneta.
A Sudáfrica a por su Volkswagen
Encontrar un vehículo en el extranjero que tuviera las características que requiere el sistema de conducción por la izquierda británico no fue fácil. Finalmente, encontraron la furgoneta en Sudáfrica, un país que comparte la peculiaridad del volante a la derecha. Su nuevo y flamante vehículo estaba en bastante buen estado de conservación, ya que había vivido en un clima cálido lejos de la costa, lo que la había protegido del temido óxido.
Una vez en su nueva casa, llevaron a cabo una restauración digna de los mismos creadores de Westfalia, aunque no fue fácil, según cuentan, la elección de colores y materiales. Además de la restauración del interior y de chapa, añadieron dirección asistida, un nuevo motor y un buen equipo de sonido.
¡Lista para rodar!
