Ali Baba el Marchoso: 60 años de juventud en una furgo

Fotos: Ali baba el marchoso

Alí Babá el Marchoso

Se llama Benito, pero quizá algunos de vosotros le conozcáis como Ali Baba-El Marchoso. Si no habéis oido hablar de él, en Furgosfera os presentamos a un furgonetero de los de toda la vida, un viajero de carretera y manta que cuenta con miles de kilómetros a sus espaldas y muchos más por recorrer junto a su perra Aly.Se define como un objeto volante teledirigido con rumbo desconocido. También dice que no viaja por viajar, sino por el placer de ir.

La furgoneta de Benito el Marchoso

Tiene tres furgonetas: una Fiat Scudo con la que empezó a viajar, una Fiat Ducato Maxi del 91 de la que confiesa que, “aunque está un poco hecha polvo le encanta su estilo retro y una Fiat Ducato del año 2006, que usa actualmente en sus escapadas.

La Fiat Ducato ha sido bautizada por los lugareños de Marruecos como Manzil Ali Baba, que significa La Casa de Ali Baba. “No es por el cuento de Ali Baba y los 40 ladrones”, dice Benito, sino por las barbas que llevo. El nombre ya se ha convertido en un apodo divertido en sus viajes a Marruecos.

La furgo está camperizada por su hermano y algunos amigos le han instalado la placa solar, la alarma y ahora quiere cambiar la distribución, me gustaría hacerlo yo, pero soy un negado.

La furgoneta de Ali Baba el Marchoso
La furgoneta de Ali Baba el Marchoso

El equipamiento de “la casa de Ali Baba”

Viaja con poco, pero hay unas cuantas cosas, como la ducha, el potty y sobre todo una buena cama que le hacen la vida más fácil a la hora de hacer kilómetros con su furgoneta.

Benito nos comenta que en sus 60 años de vida aún no ha encontrado su furgoneta ideal porque tampoco ha podido probar todas las que le gustaría, aunque bien pensado… le encantaría tener una 4X4 con cabina trasera camperizada: “a veces no he podido pasar por caminos solo porque no tenía tracción para bajar y subir una pendiente y alguna vez han tenido que venir a rescatarme con una grúa.”

A la hora de comer hace como muchos otros furgonistas y trata experimentar el viaje también a través de la gastronomía de los sitios que visita, “la cocina la utilizo poco porque me gusta probar la comida local y suelo visitar muchos restaurantes, pero es verdad que también me gusta tener la nevera llena por si acaso.”

La furgo me da libertad y autosuficiencia

La facilidad de desplazarse rápidamente con la casa a cuestas y lo necesario para vivir es lo que más atrae a Benito de viajar en furgoneta camper. Ahora que tiene algo más de tiempo dice que, teniendo la furgo preparada, solo necesita levantarse de buen humor y decir a la familia “escucha, que me voy unos días de viaje.”

Benito sigue viajando solo a pesar de que conoce a mucha gente que viaja en furgoneta. En todos estos años se ha topado con todo tipo de viajeros: jóvenes, personas de más edad “bueno, yo tengo 60 pero me siento joven, nos dice. Y luego hay una élite que ha convertido los viajes en furgoneta en su modo de vida y puede permitirse realizar largos viajes “porque tienen sponsors, han vendido su casa o tienen una buena cuenta corriente”, algo que “no podemos hacer todos porque no podemos dejar el trabajo ni a la familia para echarnos a la carretera durante años y además ellos pueden compartir gastos si viajan en grupo.

Ali Baba el Marchoso

Ali Baba viaja tranquilo

Prefiere las playas, pero cualquier lugar es bueno si se trata de viajar. Uno de los viajes que hace bastante es a Marruecos y en el camino para en Málaga, donde ha encontrado muy buena gente. Antes de salir busca información de los lugares a los que va a viajar, pero “no tengo un destino concreto y suelo hacer lo contrario a lo que había previsto.”

Nos cuenta que es un furgonista de los de viajar lento y dejar fluir, “hace poco estuve a punto de ir con otra persona de Barcelona a India, pero al final no fuimos juntos porque yo no quería hacer la ruta en solo un mes. Cuando viajo me gusta ir tranquilo.” Tiene pendiente ir al África negra con la furgo, pero “por los conflictos actuales, he preferido dejarlo para mejores  tiempos. Naturalmente también me gustaría dar la vuelta al mundo, pero no sé si seré capaz de hacerlo algún día.”

No es adicto a la ruta establecida, eso está claro, si conoce a alguien que vive cerca de por donde pasa, es capaz de hacer 300 km solo para ir a verlos, “me dejo llevar y cuando no me siento bien, sé que es el momento de cambiar de lugar.”

Sobre la pernocta en España

Conoce bien la normativa y reconoce que debe haber normas, pero no entiende que se restrinja la libertad de poder pernoctar “porque un camping haya hecho presión a un ayuntamiento.” No cree que sean legales las limitaciones para aparcar la furgoneta en algunos pueblos o en parques naturales porque “hay turismos aparcados al lado y nadie les dice nada mientras que mi furgo simplemente es un poco más larga que un turismo.”

También opina que falta cierta unión de los furgonistas para luchar por sus reivindicaciones “y no pasar por el aro de los ayuntamientos, el trabajo de algunas asociaciones como la PACA es admirable y luego hay otros a los que no interesan las reivindicaciones.”

Algo que no le gusta es que la gente aparque en un lugar y se quede en el mismo sitio durante semanas, debería haber algún modo de limitar el tiempo de aparcamiento, sugiere Benito.

Benito el Marchoso

En el tema del medioambiente, es bastante claro “somos bastante guarros.” Dice que ha visto a gente vaciar en medio de la carretera y en marcha y cuando ha podido “lo he reprochado. No cuesta nada llevarte las basuras contigo y buscar algún lugar para vaciar, yo vacío y reposto agua cada 3 o 4 días y si no voy a un camping no es fácil ni barato, aunque alguna vez en un camping me han dejado vaciar sin ser cliente.

En otros lugares como en Marruecos, Benito ha vivido situaciones que no olvida, como poder repostar agua gracias a algún campesino que comparte su pozo con los que no tienen acceso al agua en el pueblo y en su caso, con él mismo.

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