Furgo en Ruta: Dos aventureros y una Saioneta

Fotos: Furgo en ruta

Furgo en ruta

La historia de Furgo en Ruta es la prueba de que, si realmente quieres hacer algo, nada es imposible. Marta y Marià lo tuvieron claro tras regresar de un viaje a India hace algunos años: querían hacer de su vida una experiencia mucho más grande. Junto a La Saioneta han hecho su sueño realidad. Se definen como “un alma aventurera a la que le encanta grabarlo todo” y un “amante de la naturaleza en estado salvaje y los viajes sin prisas“.

Tras tres años, nueve países y 70.000 kilómetros compartiendo vivencias con La Saioneta, Marià y Marta pueden decir que han tranformado sus vidas: ya no son turistas, ni siquiera viajeros. Recorrer el mundo a bordo de su furgo se ha convertido en su auténtico modo de vida.

¿Cómo empezó la aventura de Furgo en Ruta?

Nuestro viaje surgió de otro viaje, la primera salida que hicimos fuera de Europa. Fue un viaje de un mes a la India, siete años atrás. Cuando se nos terminó el tiempo y tuvimos que regresar a nuestros puestos de trabajo en Andorra como periodista y operadora de cámara, hicimos nuestro primer trabajo artístico conjunto: una exposición fotográfica que se llamaría Las miradas de Shiva. También llegamos a la conclusión de que teníamos que buscar la manera de vivir viajando. De esta manera decidimos hacer nuestro primer programa de televisión, Furgoaddictes, una serie audiovisual sobre el mundo de las furgonetas camper que grabamos en Cataluña y Andorra.

Tras vender dos temporadas a una red de televisiones locales catalanas pudimos comprarnos nuestra propia furgoneta vivienda y enviarla a Buenos Aires para empezar nuestra nueva vida. Durante tres años hemos estado viajando por nueve países de Sudamérica, en un trayecto de 70.000 kilómetros desde Argentina hasta Colombia y hemos filmado toda la ruta con la intención de realizar una serie de televisión: Furgo en ruta. De momento, hemos estrenado 80 capítulos cortos en una serie de televisión on line que ofrecemos a través de nuestra página web www.furgoenruta.com, mientras que a medio plazo la idea es producir una serie audiovisual que se emita en televisión. Nuestra última parada está siendo en Popayán, donde estamos ofreciendo conciertos en restaurantes y locales culturales y disfrutando de la ciudad blanca de Colombia.

¿Cómo es la relación con vuestra furgo “La Saioneta” después de tanto tiempo?

La relación se podría decir que es de amor-odio, aunque el 99% del tiempo la queremos mucho, mientras que el 1% restante la querríamos matar. Realmente el apego que hay con la furgoneta es muy grande. Además de ser nuestro medio de transporte, comedor, cocina, habitación, baño y despacho comprimido en unos pocos metros cuadrados, es también nuestra compañera de viajes. De hecho acostumbramos a decir que no viajamos dos, sino tres.

El 1% se limita a los momentos en que hace ruiditos o se estropea alguna pieza y tenemos que pasar por algún mecánico. La Saioneta ya tiene 20 años y casi 300.000 kilómetros, así que hay épocas en las que si no hace un ruido hace otro, y la pasamos de mecánico en mecánico. La parte positiva es que no hemos tenido ninguna reparación especialmente compleja.

¿Cómo la preparasteis para iniciar el camino?

La preparación fue relativamente sencilla, ya que venía armada de fábrica con la equipación de Westfalia: cocina, agua corriente, segunda batería, sofá cama, etc. Nosotros le instalamos una tercera batería con un conversor de 12 voltios a 220 voltios para tener electricidad en cualquier momento, le cambiamos las ventanas traseras por chapa y también las aislamos para estar más calientes y evitar algunos ruidos. Y finalmente le pusimos algunos sistemas de seguridad, como la posibilidad de colocarle unos candados en las puertas.

¿Cómo la enviasteis a Sudamérica?

Para enviarla lo hicimos por vía marítima. Contratamos una agencia que nos la envió en un contenedor en Barcelona y otra agencia en Buenos Aires para que nos hiciera los trámites de recepción. Realmente fue una operación costosa y burocráticamente tediosa, pero una vez tuvimos la furgoneta en nuestras manos en el puerto de Buenos Aires ya pudimos relajarnos y empezar a hacer realidad nuestro sueño de vivir viajando por Sudamérica.

También tenemos un post con vídeo dedicado a este tema, por el cual nos han consultado muchos viajeros. Una vez en Sudamérica realmente no hemos tenido demasiados problemas con los permisos para la furgoneta. El vehículo lo envías con un permiso de importación temporal y en cada frontera te dan una especie de visado similar al que te hacen como persona cada ve que entras en un país.

Lo único que hay que andar con cuidado es no pasarse de los 3 meses que acostumbran a darte (que en muchos casos es prorrogable). En alguna ocasión y en determinados países te encuentras con algún policía que intenta buscarle tres pies al gato para que le pagues una “colaboración”, coima o mordida, dependiendo del país… pero eso ya forma parte del viaje y tampoco nos ha ocasionado demasiados problemas.

Furgo en Ruta

¿Cómo es el día a día de Furgo en Ruta viviendo en La Saioneta?

Pues es una experiencia única, especialmente cuando te encuentras en lugares naturales. Te levantas a la hora que te apetece, te tomas tus tiempos para desayunar, estás siempre que quieres en tu casa a pesar de estar constantemente viajando y te da la oportunidad de parar a comer o dormir en lugares impresionantes.

Sin duda, no todo es color de rosa, y algunas veces toca dormir en parkings, gasolineras o lugares sin tanto encanto. Sobre el tema del espacio reducido, para nosotros no supone un problema, ya que la casa es pequeña, pero el patio es inmenso, y siempre hay un lugar nuevo por recorrer.
 Por otra parte, a veces nos preguntan si ya nos aguantamos los dos estando 24 horas juntos en un lugar tan pequeño. La verdad es que de momento no hemos tenido ningún percance importante en la convivencia, y si alguna vez ha habido algún roce, pues uno de los dos se va a dar una vuelta y se airea… y listos.

Así que si hemos convivido tres años, creo que la prueba de la convivencia está más que superada!

¿Y qué pasa si os ponéis malos?

Es evidente que puedes caer enfermo en cualquier país del mundo. De hecho hemos tenido un par de intoxicaciones por carne o por agua, pero finalmente hay médicos en todas partes y siempre acostumbra a haber la opción de ir a un hospital, a no ser que estés en un lugar muy remoto, así que finalmente no es tan complejo. Cuando nos ponemos malos simplemente vamos al médico y nos tratamos. Antes de salir estuvimos mirando seguros y la verdad es que salían demasiado caros, de manera que decidimos viajar sin seguros. Después de 3 años creemos que tomamos la decisión adecuada.

Nuestra filosofía en este campo es la siguiente: Si tenemos cualquier enfermedad menor vamos a un hospital público a tratarnos (en algunos países, como en Argentina o Ecuador, la sanidad es gratuita) o vamos a una clínica y pagamos. Y en el caso que tuviéramos una intervención especialmente cara, siempre quedaría la opción de invertir el dinero que nos ahorramos en los seguros en viajar a España y operarnos allá.

¿Alguna historia que se os haya quedado especialmente grabada?

Nos quedó especialmente grabada la primera vez que una pareja nos contactó por Facebook para que fuéramos a hospedarnos a su casa. En ese momento no conocíamos de nada a Flor y Matías, que vivían en Bariloche. Pero ellos sí que nos seguían por Facebook desde hacía tiempo. Llevaban años planeando un viaje por el mundo y les causó simpatía nuestro proyecto, así que nos invitaron. Cuando llegamos a su casa nos dejaron las llaves del piso y nos dijeron que se iban a trabajar, que nos sintiéramos como en nuestra casa. Eso nos impactó mucho, dado que no nos conocían prácticamente. Ahí se creó una gran conexión entre los cuatro y mantenemos una muy buena amistad.

Furgo en rutaHasta el momento ¿con qué os quedáis de cada país?

En general, de cada país nos quedamos con la amabilidad de la gente, con las anécdotas, las historias humanas, las diferentes culturas que vamos conociendo. Siempre decimos que la mayoría de lugares que recordamos con más cariño tienen detrás una historia humana más que un lindo paisaje, con excepciones contadas, de lugares mágicos como las cataratas de Iguaçú o las islas Galápagos, donde la naturaleza es tan desbordante que tiene una gran energía por sí sola. Muchos se preguntan cómo podéis financiar un viaje tan duradero… Nosotros acostumbramos a decir que ya no somos turistas, sino viajeros.

Y nuestro día a día ya no son unas vacaciones, sino que vivimos viajando. Así que aquí ya no vale tirar de ahorros para pagarte un año sabático, sino que toca trabajar, como hace la mayoría de la gente para vivir. La diferencia es que vivir viajando es mucho más barato que irse de vacaciones. No pagas luz, ni hipoteca, ni gastos de comunidad… simplemente nuestra comida y la de la Saioneta: la gasolina. Claro que puede haber alguna avería, pero incluso contando las averías nos gastamos menos ahora de lo que gastábamos cuando vivíamos en una casa en Andorra.

La otra parte positiva es que trabajamos, pero sin horarios fijos y sin un jefe que te diga lo que tienes que hacer y cómo debes hacerlo.

¿De qué trabajáis?

Pues de lo que va surgiendo y de lo que vamos aprendiendo. Al poco tiempo de partir, en Argentina, aprendimos a hacer algunos puntos de macramé y empezamos a tocar música con unos amigos en bares y restaurantes. En Ecuador, vendimos tortillas de patatas y trufas de dulce de leche. Y en alguna ocasión sale la opción de hacer algún vídeo para un hotel o agencia de viaje. Finalmente, siempre sale una u otra opción para ganarte la vida.

¿Es la música otro compañero inseparable de viaje?

Sí. La música ha sido nuestra compañera desde el inicio y ahora está tomando un papel todavía más fuerte. Antes de salir a la ruta le pedí a mi hermana si podía componer un tema para la banda sonora de Furgo en ruta, que además de ser nuestro proyecto de vida también es el proyecto audiovisual en el que estamos trabajando. Ella no compuso un tema, sino dos. Y conforme fue avanzando el viaje hicimos varios amigos músicos que nos colaboraron con sus instrumentos o sus voces. Posteriormente, otro amigo de Barcelona nos ayudó con la producción de las canciones y produjimos nuestro primer disco con seis temas.

Recientemente hicimos el videoclip del tema principal: Furgo en ruta, y en los próximos meses nos pondremos con el videoclip del segundo tema: Tu aroma. Con el tiempo, Marta y yo nos fuimos animando a componer también, y ahora ya son 6 o 7 temas de Furgo en ruta los que tenemos. Actualmente, estamos haciendo una gira de conciertos por toda Colombia.

Y precisamente ha sido en el sur de Colombia donde hemos estrenado un nuevo formato, el videoconcierto, en el que combinamos nuestra música con los vídeos que vamos produciendo.

¿Alguna recomendación para aquellos que estén pensando hacer algo parecido a vosotros?

Pues la única recomendación que tenemos es que si realmente lo que quieres es viajar vale la pena que te arriesgues un poco y salir a la ruta, ya que una vez has dado el primer paso todo se vuelve mucho más sencillo. Sólo hay que estar abierto a lo que te rodea y dejar fluir. Si puedes ahorrar algún dinero y armar un proyecto que te dé de comer durante el viaje ya puedes salir. Puedes trabajar de payaso, músico, artesano, malabarista, mago, cocinero…

El resto son excusas que nos ponemos, generalmente por miedo a romper con la estructura en la que estamos anclados y por los prejuicios que tenemos sobre lo desconocido. Ambos van desapareciendo conforme corren los kilómetros. Como dice el lema turístico de Colombia: el mayor riesgo es que te quieres quedar en cada uno de los países que visites. Así si lo que quieres es viajar, no te lo pienses dos veces: Sal a la ruta.

Síguelos en: www.furgoenruta.com