Sin Código Postal: de camperizar una furgoneta a ser nómada digital

sin código postal

¡Buenas furgoneteros! Somos Rocío y Eduardo, de Sin Código Postal.

Desde 2019 vivimos y viajamos en nuestra furgoneta camper. En este artículo queremos hablaros un poco sobre nuestra historia, y sobre cómo cambiamos nuestros trabajos fijos para ser nómadas digitales, a la vez que viajamos por el mundo.

Por cierto, fruto de nuestra experiencia hemos acabado publicando dos libros sobre la vida y los viajes en furgoneta camper. Bueno, mejor será que primero conozcáis nuestra historia. ¡Comencemos!

La mayoría de las personas que viajamos en furgoneta es por que de pequeños hemos tenido alguna vivencia y contacto con esta forma de ver la vida y con la naturaleza.

En nuestro caso, la familia de Edu siempre ha sido muy viajera, e incluso tuvo una pequeña caravana cuando él tenía apenas 5 años, y no en vano es uno de sus primeros recuerdos. Por otro lado, la familia de Rocío, aunque menos viajera, siempre que podía hacía una pequeña escapada a un pequeño pueblo cercano para realizar un picnic en el campo.

Avanzando unos cuantos años en la historia, ya viviendo juntos, los dos teníamos lo que se podría definir como “una vida estable“, un trabajo fijo, un círculo de amigos, etc. En definitiva: una rutina diaria.

Un buen día de 2017, tal vez como forma de salir de esa rutina, Edu le comento a Rocío “¿y si compramos una furgoneta y la camperizamos?”

Sin nunca haber tenido una experiencia previa, parecía una idea un tanto “draconiana”, pero Rocío aceptó encantada.

Así, en apenas una semana nos hicimos con nuestra primera furgoneta, una Opel Vivaro, una furgoneta de tamaño mediano.

¿Y ahora qué? ¿Habrá que camperizarla? ¡Pues manos a la obra!

Entre semana pasábamos horas y horas investigando en foros y webs sobre cómo funcionaba eso de camperizar, puesto que al fin y al cabo éramos unos pardillos totales en el mundillo. Los fines de semana nos acercábamos hasta nuestro pueblo de León, y junto a la más que necesaria ayuda del padre de Rocío, comenzamos a camperizar la furgoneta. En apenas dos o tres meses teníamos nuestra primera furgoneta camper terminada. ¡Ahora habrá que estrenarla! ¿No?

Así que realizamos nuestro primer gran viaje en furgoneta. Desde nuestro punto de vista actual nos parece “un viajecillo”, pero aquellas tres semanas viajando por Europa nos parecieron lo más. Y es que poder viajar a tu ritmo, sin tener que depender de vuelos u hoteles, y poder dormir en plena naturaleza, nos pareció algo casi mágico. No tenía nada que ver con otra forma de viajar que hubiéramos realizado antes.

viajar en furgoneta camper por Europa
Con un tanto de pena porque la pequeña aventura hubiera acabado, volvimos a nuestra vida y rutina diaria. Pero “la maquinita de nuestro cerebro” no podía dejar de dar vueltas a ese viaje y se puso a trabajar: “Tenemos 27 años y toda una vida por delante, ¿de verdad queremos dedicar 5 días de cada 7 a trabajar en algo aburrido para nosotros, cuando nuestra verdadera pasión es viajar en furgoneta camper?”.

Desde luego, no hay nada de malo en tener una vida “tradicional” de una casa y trabajo fijo, pero en ese momento no era a lo que nosotros nos hacía felices.

En 2018 tomamos la decisión: ahorraríamos todo lo que pudiésemos para un año después (el 1 de Marzo de 2019) dejar nuestros trabajos y lanzarnos a la aventura.

Ese 1 de Marzo lo establecimos como una fecha prácticamente inamovible. Daba igual cuánto dinero tuviésemos ahorrado, o cualquier otra circunstancia. Teníamos claro que para tomar una decisión así nunca sería el momento perfecto (siempre se quiere más tiempo), por lo que para esa fecha partiríamos sin importar lo que ocurriese.

Nos quedaba un año por delante para prepararnos, y lo que veíamos más urgente era cambiar de furgoneta. Estábamos encantados con la que ya teníamos, pero solo tenía un problema: no podíamos estar de pie en su interior. Y eso para un viaje de varios meses como el que planeábamos era un problema. ¡Por lo tanto tocaba de nuevo ponerse manos a la obra!

Con gran pena, vendimos nuestra primera furgo (“la de cariño que se le llega a coger, oye”) y empezamos a buscar una nueva furgoneta para camperizar. En pocos días encontramos a “La Pubreta”, nuestra actual furgoneta: una Renault Máster L2H2. Esta furgo gran volumen tenía las dimensiones perfectas para un gran viaje como el que queríamos hacer.

una Furgo más grande
Y así, con la experiencia que ya teníamos de la anterior furgoneta, todavía más horas investigando por internet, y de nuevo la inestimable ayuda del padre de Rocío, nos pusimos a camperizar de nuevo.

La camperización era bastante más completa que la anterior (y por lo tanto más complicada) y el tiempo apremiaba, ya que ese 1 de Marzo estaba a la vuelta de la esquina.

Dos meses antes de la fecha establecida acabamos la camperización y teníamos ya todo preparado para salir… ¡Qué nervios! Por un lado la idea de viajar durante meses sin fechas, ni prisas, nos entusiasmaba, pero por otro lado… ¿Estaremos tomando la decisión acertada?

Ya se sabe que los padres (y mucha otra gente) siempre dicen eso de: “Pero con un trabajo fijo, y tu situación… ¡estáis locos!”. Pero ya solo quedaban un par de días para salir, no había vuelta atrás ¡salto al abismo!

Como toda buena aventura que se precie, los comienzos fueron un poco “caóticos”: incidentes familiares, partes que se rompían de la furgoneta… Y finalmente salimos con tres días de retraso… ¡Pero salimos!

¡Ah! Dato de vital importancia: al viaje nos acompañaría Cuzco, nuestro perrete, que como uno más de la familia ¡no se iba a quedar en casa!

Cuzco, el perro viajero

Nuestra idea era recorrer durante al menos 6 meses Europa. Comenzamos por Francia e Italia, ya que era lo más cercano y lo más parecido culturalmente. Los paisajes de los Dolomitas nos fascinaron, fue la primera vez que fuimos conscientes de que nuestro viaje iba a ser una auténtica pasada.

Luego llegaron los Balcanes, donde países como Bosnia o Albania nos hicieron ver una Europa bien distinta.

Países como Turquía, Georgia también nos robaron el corazón… Pero el colofón final del viaje fue simplemente espectacular.

En Azerbaiyán ya llevábamos 6 meses de viaje, pero seguíamos teniendo ganas de más, y aunque el invierno estuviera llegando, decidimos cruzar en un mes toda Rusia, en dirección a Noruega, a donde llegaríamos para ver auroras borealesSiempre recordamos esos paisajes de Noruega nevados, las temperaturas de 30°C bajo cero y las noches de auroras boreales.

Después de 8 meses dimos por finalizado el viaje más alucinante (hasta el momento) que hayamos realizado en nuestra vida.

Por cierto, compartimos toda nuestra aventura en una serie de 50 capítulos en Youtube.

Una vez había acabado el viaje, estaba el clásico… ¿Y ahora qué? ¿Volver a nuestros antiguos trabajos? No sé yo… ¡Mejor! ¿Por qué no compartimos toda nuestra experiencia con los demás?

Había un montón de cosas que nos hubiera gustado saber antes de comenzar con el mundillo de las furgonetas camper, por lo que decidimos plasmar todo nuestro conocimiento en dos libros.

El primero de ellos se llama “De Furgo a Camper: Guía de cómo camperizar una furgoneta“, y es una guía de referencia con todos aquellos conocimientos que nos hubiera gustado conocer antes de comenzar a camperizar nuestras furgonetas. Totalmente necesario para aquellos que estén pensando en construir su pequeña casa rodante.

Y el segundo libro se llama “Guía de la #VanLife: Como vivir y viajar en una furgoneta camper“.  En este libro hablamos sobre todo lo que hemos aprendido viajando y viviendo en más de 25 países en furgoneta camper. Desde donde pernoctar o encontrar agua, hasta como viajar y vivir en furgo con frío o calor extremo.

¡Os animamos a que les echéis una ojeada! Se pueden adquirir tanto en papel desde Amazon como en formato digital.

Y hasta aquí nuestro pequeño relato. De momento podemos decir que somos lo que se llama “nómada digitales”, y podemos vivir y compartir con ilusión nuestras aventuras desde Sin Código Postal mientras viajamos por el mundo.

¡Nos vemos en la carretera!