Escapada a Burgos en furgoneta cámper

BURGOS: Historia, leyenda y naturaleza

De Burgos no conocía más que Atapuerca y su catedral. Nunca lo había contemplado como un destino especialmente atractivo, hasta que me puse a investigar para esta escapada a Burgos en furgoneta y descubrí que me harían falta semanas para disfrutar todo lo que tiene que ofrecer. La historia entreverada de leyendas que se respira en los pueblos burgaleses, convive con una naturaleza densa y rica, de bosques, ríos y saltos de agua.

Burgos es ideal para recorrer en furgoneta cámper o autocaravana, ya que puedes ir viendo sus diferentes pueblos y sus alrededores al ritmo que tú quieras, dejando que sea el viaje el que te marque el camino. Nosotros vimos que había muy buenas opciones de alquiler de furgonetas cámper en Burgos, así que fuimos en tren hasta la capital y comenzamos allí la visita.

¿Qué ver en 4 días en Burgos en furgoneta?

Comenzamos la ruta en Burgos capital, donde tras hacernos con la cámper, le buscamos un buen aparcamiento y nos vamos a visitar el centro. Para aparcar aquí hay varias opciones.

¿Dónde dormir con la furgo o autocaravana en Burgos ciudad?

  • El área de autocaravanas de Burgos (42.350513, -3.680519), a 30 minutos caminando de la catedral. Es amplia y gratuita. No tiene servicios de vaciado ni llenado de aguas.
  • El parking del Castillo (42.343537, -3.707551). Un parking público rodeado de árboles y verde sobre la colina en la que se encuentra el castillo. Muy tranquilo y con buenas vistas, aunque bastante solitario.
  • La plaza de Santa Teresa, al lado del parking de los autobuses. Es zona azul por lo que aparcar de 20 h a 10h o durante todo el día el fin de semana, es gratis. Es la opción más céntrica y además una zona concurrida, por lo que tu furgo estará “vigilada”.

¿Qué ver en Burgos ciudad?

Burgos es paseos, historia, agua, parques, leyendas, símbolos, huesos, ciencia y gastronomía.

Empezamos la visita a la urbe paseando junto al río Arlanza y al poco nos topamos con la estatua de Rodrigo Díaz de Vivar, aka El Cid Campeador. Uno de los símbolos de Burgos y un hombre convertido en leyenda al punto de que no sabemos dónde acaba la historia y empieza la literatura. Aquí enlazamos con el paseo de los Espolones, que nos lleva hasta el Arco de Santa María, junto al puente del mismo nombre. Este Arco es un homenaje a Carlos V (Carlos I, en España), el hijo de Juana, injustamente apodada, “la Loca”. En él se custodia el radio del Cid.

Atravesando el Arco de Santa María y la Plaza de San Fernando, llegamos a la Catedral de Santa María, seña de identidad de Burgos. Esta catedral, acabada de construir en 1221 en estilo gótico francés, ha sido declarada Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es la única catedral que ostenta este título de forma independiente, sin estar unida al resto del centro histórico. En su interior, encontramos tesoros como La Escalera Dorada de Diego de Siloé y curiosidades como el Papamoscas. Y algo que nos encantó descubrir es que en su interior funcionó durante mucho tiempo un laboratorio de alquimia.

Muy cerca de la Catedral tenemos la parroquia de San Nicolás de Bari y, un poco más adelante, la Iglesia de San Esteban, seguida por el Arco del mismo nombre. Este arco forma parte de la antigua muralla y era una de las puertas de entrada a la ciudad fortificada.

Nuestra siguiente parada es el Castillo en el que visitamos el pozo y las galerías subterráneas conocidas como “Cueva del moro”. Terminamos disfrutando de una panorámica estupenda de la ciudad antes de ir a disfrutar de otro de los tesoros de Burgos: su gastronomía.

Tras habernos puesto las botas a base de bien, seguimos paseando por Burgos, donde todavía nos quedan varios parques, paseos, iglesias y monasterios por ver. Y terminamos el día en el Museo de la Evolución Humana, que nos prepara para entender un poco más lo que veremos mañana en el yacimiento de Atapuerca.

A las afueras de Burgos: Atapuerca y la Cartuja de Miraflores

Si tuviéramos más tiempo, nos habría encantado caminar por el Paseo de la Quinta hasta el Parque de Fuentes Blancas y de allí hacer un trocito del Camino de la Cartuja. Pero como esta era una escapada exprés, optamos por ir hasta allí con la furgo, con lo que nos ahorramos un par de horas y podemos visitar la Cartuja y Atapuerca en el mismo día.

Así que, tras un café, ponemos la furgo rumbo a la Cartuja de Miraflores. Este conjunto arquitectónico, dominado ahora por la Iglesia de una sola nave, era en origen un pabellón de caza situado a las afueras de la ciudad. Fue inaugurado como monasterio de la Orden de los Cartujos en 1442 y destruido por un incendio no muchos años después. Isabel la Católica impulsa las obras de reconstrucción en 1477 para convertirlo en Panteón de su familia. El conjunto es una de las joyas del gótico tardío europeo y guarda los restos de los padres de Isabel la Católica en lujosos sepulcros de alabastro.

Tras la visita, nos damos un paseo rápido por el Parque de Fuentes Blancas, comemos algo y nos dirigimos al yacimiento de Atapuerca. Para visitarlo, es necesario reservar la entrada con antelación por teléfono (947421000 / 947421811) o e-mail (reservas@museoevolucionhumana.com). Estamos hablando de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo, una “piedra Rosetta” de la evolución humana, así que te lo recomendamos fuertemente. Te interesen más o menos la historia y la antropología, no deja de ser emocionante caminar por la “trinchera del ferrocarril”, la “sima del elefante” o “la Gran Dolima” e imaginarse que por ahí caminaban nuestros antepasados hace ya 1,2 millones de años.

Terminamos el día en el cercano embalse de Alba, uno de los lugares que nos han recomendado para hacer senderismo cerca de Burgos. Tras esto, conducimos hacia Frías donde pasaremos la noche, antes de seguir explorando la provincia de Burgos en furgoneta.

Los pueblos de Raíces de Castilla: Frías, Oña y Poza de la Sal

Desde Frías, nos tienta la idea de acercarnos a ver el Salto del Nervión, una de las cascadas imprescindibles que ver en Burgos. Pero lo descartamos porque nos dicen que ahora mismo tiene poco caudal y, como tenemos que priorizar, preferimos dejar esto para otra ocasión en que podamos visitarlo en época de lluvias abundantes o de deshielo.

Nos centramos, en su lugar, en conocer los pueblos de Raíces de Castilla, comenzando por Frías, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Edificado sobre el Cerro de la Muela, este pueblo medieval de casas colgantes, te atrapará en sus calles empedradas que querrás recorrer sin prisa.

A escasos minutos de Frías, está otra pequeña aldea llamada Tobera, donde nos quitamos la pena de no haber ido al Salto del Nervión, al ver los preciosos saltos de agua que se suceden siguiendo la senda del Molinar.

Si además nos desviamos 10 minutos al norte en el camino de Frías a Oña podremos ver otra de las cascadas imprescindibles de Burgos: la cascada de Pedrosa de Tobalina, también conocida como Cascada del Peñón. Ver una catarata de 12 metros de altura y 100 de año en pleno núcleo urbano es un espectáculo. Y aún nos queda otra cascada más que visitar al final del día. ¡Podríamos hacer una escapada a Burgos con la furgo solo para visitar saltos de agua!

Pero primero, nos vamos a Oña, donde destacamos el Monasterio de San Salvador y su espectacular Jardín Secreto, en el que además hay exposiciones de arte temporales y permanentes. Esa mezcla de arte y naturaleza ¡me encantó!

La siguiente parada de nuestra ruta es Poza de la Sal. De aquí es oriundo el gran Félix Rodríguez de la Fuente y, viendo Poza de la Sal y sus alrededores, entendemos mejor las palabras del naturalista cuando describía su lugar de nacimiento como “una comunidad humana en convivencia armónica con los paisajes” y afirmaba que aquí se configuró su “universo zoomórfico”.

Para terminar el día, nos acercamos a Orbaneja del Castillo, un pueblo impresionante ubicado en las laderas del cañón del Ebro. Es aquí donde se encuentra la cascada que mencionábamos antes. Un salto de agua que cae atravesando el pueblo desde la Cueva del Agua hasta el río Ebro.

Las últimas fuerzas que nos quedan, las usamos para conducir hasta Burgos, donde podremos pernoctar en cualquiera de los lugares que os comentaba al principio del artículo. Es una horita de camino que nos ahorraremos mañana por la mañana cuando nos dirijamos a conocer el sur de la provincia de Burgos en furgoneta.

Triángulo de Arlanza: Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos

El último día de esta escapada lo dedicaremos a conocer tres de los pueblos de más renombre del sur de Burgos. Se encuentran muy cerca unos de otros, conformando el “Triángulo de Arlanza”.

Empezamos por Lerma, un pueblo que conserva el aire elegante y señorial de antaño. Fue el Duque de Lerma quien enriqueció esta población gracias al que fue probablemente el primer caso de especulación inmobiliaria de la historia de España. Hoy en día, quedan en pie, testigos de aquella época, impresionantes monumentos como el Palacio Ducal, la Colegiata de San Pedro o el Monasterio de la Ascensión.

Con una arquitectura completamente distinta, tenemos, a 20 km de Lerma, Covarrubias. Sus casas son el perfecto ejemplo de la arquitectura popular castellana y pasear entre sus calles con el ojo atento es descubrir píldoras de historia y leyendas que quizás no conocías. Por ejemplo, la Torre de doña Urraca, donde en teoría fue condenada al encierro la señora Urraca por no acceder al matrimonio pactado por su padre para ella. Lo que no está claro todavía es a qué Urraca se refiere exactamente esta leyenda y si es un hecho real o no. O la estatua y el sepulcro de Cristina de Noruega, princesa nórdica a la que la enfermedad contraída en su viaje a España y la morriña mataron apenas cuatro años después de su matrimonio con Felipe de Castilla (el hermano de Alfonso X El Sabio).

Por último, visitamos Santo Domingo de Silos, cuya Abadía guarda uno de los claustros románicos más bonitos de España. No tuvimos la suerte de ver una de las celebraciones con cantos gregorianos en vivo que hacen los monjes de Santo Domingo, pero debe ser una experiencia increíble, así que si puedes no lo dudes.

Y con la sensación de habernos dejado muchísimas cosas en el tintero, ponemos de nuevo rumbo a Burgos, donde tenemos que devolver la furgo cámper, que hemos alquilado directamente a un particular a través de la plataforma Yescapa, antes de coger el tren de vuelta.

Cuando nació empezó a tirar del hilo, no sabe a dónde lleva, pero es rojo y eso le gusta, así que sigue tirando y tirando, disfrutando del camino sin preocuparse del destino. No sabe a dónde va, pero por ahora no puede ser más feliz de por dónde la ha llevado. Barcelona es uno de los amores de su vida. Le deprime la rutina. Y a veces se cree un búho, pero es más una pingüina.