Llegamos hasta Santiago de Compostela peregrinando con nuestra furgoneta camper. Santiago, una ciudad Patrimonio de la Humanidad y destino desde hace siglos de un camino que extendió el pensamiento allá por donde pasaba. Los caminantes desde el siglo IX llegaban a un lugar considerado el fin del mundo y, con el paso de los años no ha perdido ni un poco de su historia ni su belleza. Compostela sigue siendo un vergel de visitantes, encuentros culturales y está llena de vida universitaria y gastronomía. Te llevamos a un lugar de piedra rodeado de bosques verdes y rías. Su catedral románica con toques renacentistas y barrocos son solo el icono de un lugar que tiene mucho que ofrecer.
¿Qué hacer en Santiago de Compostela?
Recorre las rúas
El casco histórico es un lugar ideal para empezar el día en Santiago. Este espacio es Patrimonio de la Humanidad y conocido como la almendra y puedes pasear por los soportales de la rúa do Vilar o la rúa do Franco. La plaza del Obradoiro está rodeada por obras de gran valor arquitectónico, como el Hostal dos Reis Católicos o el pazo de Raxoi y si hay suerte a la vista, acompañará la música del gaitero que toca bajo el pazo del Xelmírez.
El botafumeiro, cita obligada
Puedes disfrutar de un paseo por las calles y las plazas del casco histórico hasta las 12, el momento de visitar la catedral.
A esa hora se celebra la misa del peregrino, donde puedes ver el espectacular balanceo del botafumeiro antes de admirar las cubiertas de la catedral.
Admira las vistas desde La Alameda
Desde La Alameda la estampa de la ciudad de Santiago quita el hipo. A esta inmensa zona natural de 80.000 metros cuadrados se llega desde la Porta Faxeira del casco histórico. Los jardines tienen un gran valor botánico, allí hay cincuenta especies de árboles y arbustos repartidos en más de mil trescientos ejemplares. El paseo te llevará hasta el coto de santa Susana y el Paseo de las Letras Galegas.
Siéntete un peregrino
Si no tienes tiempo de hacer el camino pero no te quieres perder la sensación de llegar a pie a la ciudad del apóstol, puedes hacer un simulacro de un día con tu furgo y entrar a Santiago por el camino francés. Puedes empezar en O Cebreiro, uno de los sitios más simbólicos de Galicia. Está a 1300 metros de altura y allí tienes que ver las pallozas, viviendas de origen romano muy bien conservadas y la iglesia más antigua del Camino Francés. Tras pasar por Triacastela, puedes visitar el monasterio de Samos y comprar antigüedades en Sarria. Portomarín es un buen lugar para hacer un alto en el camino y probar su aguardiente para más tarde degustar los quesos de Palas de Rei y Arzúa. Si quieres terminar al camino a pie, desde Lavacolla hay 9 kilómetros hasta Santiago. Allí se lavaban los pies los peregrinos antes de llegar a la ciudad. Desde el Monte do Gozo puedes admirar la Catedral y sentirse como un auténtico peregrino.
Culturízate
Un buen lugar para hacerlo es la Cidade da Cultura de Galicia, un extraordinario edificio del arquitecto norteamericano Peter Eisenman y que incluye varios museos, hemerotecas, teatro de ópera, una biblioteca y centro de investigación. El arquitecto, que montó su estudio con 50 años, diseñó un proyecto con cubiertas onduladas en los diferentes edificios que emulan el monte Gaiás. Un complejo formidable que se ha convertido en referencia mundial del diseño.
Date una vuelta por el Mercado de Abastos
Además de ser un edificio muy bonito, puedes recorrer los numerosos puestos de pescados, moluscos, carnes, quesos y verduras recién recogidas de la huerta y pescados del mar. La mejor hora para ir es entre las 11 y las 12 de la mañana, puedes comprar productos frescos y que te los cocinen allí mismo para saborearlos in situ. También hay un restaurante muy pequeño que recoge los mejores productos del día en todo el mercado y elabora un menú de mini-platos con una selección de los mejores manjares frescos.
Qué comer en Santiago de Compostela
Simplemente formulando esta pregunta la boca se hace agua. Galicia tiene infinitas posibilidades gastronómicas y sus especialidades no solo vienen del mar. Vamos a salivar con las delicias gastronómicas de Santiago.
El pescado, un “must”
La lista es interminable: lubina, lenguado, besugo, rape, mero, rodaballo y merluza son algunos de los exquisitos pescados en los que se basa la cocina gallega. Pero también hay jureles y sardinas, langostinos y almejas. Las truchas, salmones y lampreas llevan a la mesa el sabor de los ríos gallegos. Sería imposible enumerar todas las recetas que puedes degustar en Santiago, los guisos a la gallega o en zarzuela son solo algunos de ellos.
A toda vaca le llega su San Martín
La ternera gallega es otro imprescindible. ¿Quién puede resistirse a un chuletón, un churrasco o un solomillo gallego? En noviembre se celebran las matanzas y se prepara en todas sus variedades: el lacon con grelos y el cocido gallego son delicias de la tierra que no puedes dejar de probar. Los embutidos son otra tentación.
Disfruta la variedad de quesos
El queso de tetilla con su forma sugerente es de los más famosos, pero no se quedan atrás los de Arzúa-Ulloa, el de San Simón o el O Cebreiro. No pierdas la oportunidad de probar la gran variedad de quesos gallegos que ofrece la tierra. Si eres amante de los quesos disfrutarás de sus sabores y texturas y si no lo eres, también 🙂
El marisco es el rey…
Langostas, dígalas, langostinos, santiaguiños, centollos, langostas, bogavantes, nécoras, bueyes de mar, camarones, navajas, vieiras, ostras, gambas, pulpo a la gallega… ¿hace falta que sigamos?
Dicen que los mejores meses para degustarlos son los que llevan “r”, de septiembre a abril, pero todo el año los restaurantes bares ofrecen riquísimas opciones que no puedes dejar de probar.
Viva el vino gallego
Las denominaciones de origen gallegas riegan las mesas. El Ribeiro es un vino que tienes que probar y también el Albariño debe acompañar a la mariscada que seguro que te comes en Santiago. Si quieres seguir con la cata, los Ribeira de Ulla, Sainés y Ribeira Sacra son imprescindibles. Y para terminar con una buena digestión, el orujo y la queimada van a poner el punto caliente a tu sobremesa.
De postre, tarta de Santiago
Sobre este típico postre gallego se dibuja con azúcar glass la cruz del apóstol. Se elabora con almendra triturada, huevos, mantequilla, azúcar y canela. Un placer para el postre y para los amantes de la repostería y los dulces.