Asilah es una joya del Atlántico con tintes mediterráneos. Está a 30 kilómetros de Tánger y llegar hasta ella por la carretera A1 es bastante cómodo. Se tarda aproximadamente 45 minutos. Esta pequeña ciudad de casitas azules y blancas, que mira al mar, es una medina caótica pero a la vez un lugar tranquilo, inspiración para artistas y cautivador para los visitantes.
La visita a Asilah es encantadora en cualquier época del año, ya que su clima es muy suave: en invierno muestra su lado más real, puesto que los paseos por las estrechas calles no se ven interrumpidos por el turismo y las vistas desde las almenas permiten admirar la magia de este lugar.
En verano se celebran festivales culturales y sus calles están más animadas, también aumenta la afluencia de turistas y viajeros y su población se multiplica, al igual que los precios. Desde allí podemos visitar fácilmente lugares estupendos en el norte de Marruecos, como Tetuán, Chefchaouen, Larache o Fez.
Qué hacer en Asilah
La Medina de Asilah
Es una de las mejor conservadas de Marruecos. Sus calles empedradas conforman un camino de color blanco y azul, con casitas decoradas con pinturas y mercaderes siempre dispuestos a hacer negocio. A diferencia de otros lugares como Marrakech, el acoso a los turistas no es tan insistente y podremos dar un tranquilo paseo sin que nos sature el comercio de artesanía, alfombras o teteras.
La medina de Asilah, rodeada de grandes murallas, acoge en agosto el Festival Cultural Internacional, ventana a las tendencias artísticas y culturales de todo el mundo. La gran mayoría de edificios aquí es de uso privado, aunque es posible alquilar casas a particulares en la medina, en algunos casos bajo manga. Desde allí se pueden visitar obras espléndidas, como la de Bab Homar o la del Mar y también palacios que acogen exposiciones culturales como El Rasuini.
Las playas de Asilah
Mucho del embrujo de Asilah tiene que ver con sus playas. A lo largo de la costa se extienden -vírgenes algunas de ellas- y son uno de los mayores atractivos cuando se acerca el buen tiempo. Hacia el norte más de 40 kilómetros de arena blanca y limpia nos permiten pasear tranquilamente, disfrutar de un atardecer de película o pasar un momento de soledad tras el ajetreo de la medina.
También en el sur hay lugares mágicos dignos de una visita. A la playa de la ciudad se puede llegar andando en un tranquilo y a menos de 10 minutos de la ciudad podemos encontrar playas interminables y más tranquilas como Briech o Tahaddart. Todas ellas aumentan su actividad durante la primavera y el verano, con chiringuitos donde degustar pescado fresco o alquilar un paseo en camello.
Pernoctar en Asilah
Tanto en el parking de la medina como en el exterior de la muralla y los alrededores existen varios aparcamientos vigilados donde podemos aparcar la furgo y pernoctar allí pagando unos dírhams. Los precios rondan los cinco dírhams al día y los 10 por una noche.
A veces dependerá de nuestra capacidad para regatear con el vigilante del parking, pero, en cualquier caso, es recomendable pedir el recibo para asegurarnos de que nos cobran el precio estipulado si decidimos pasar la noche en uno de los parkings vigilados que hay en Asilah. En algunos lugares hay incluso aseos gratuitos. Hay un aparcamiento junto a la Avenida Moulay Hassan Ben Mahdi, donde se puede dormir por alrededor de 30dh, que se pagan por estacionar. Otra opción es conducir hacia las playas de las afueras para disfrutar de la tranquilidad. Las playas de Asilah, Briech o Tahaddart suelen estar más saturadas en temporadas altas pero las del sur son radicalmente distintas y su acceso suele ser más complicado, aunque sin demasiadas dificultades.
En la espectacular playa de las Cuevas, a la que se accede tomando la N1 hacia Rabat, existen lugares para pernoctar con la furgo. Normalmente aparcar cuesta alrededor de 20 dírhams y el lugar se suele quedar tranquilo cuando cae el sol. Un poco más alejada y también tomando la N1, a unos 10 kilómetros de Asilah, está la playa Sidi Mghait. Tras el pueblo de Demina, hay que tomar una pista de tierra hasta llegar al aparcamiento, en plena playa.
Campings en Asilah
Hay campings en Asilah que no gozan de muy buena reputación, como el camping Asilah, muy cerca del centro o el camping Echrigui , que está cerca del puente de Mohammed V. Una buena opción es el camping Tahadart, a 100 metros de la playa que, además de ser un asador y restaurante, cuenta con 10.000 metros cuadrados con sombra para instalar la furgoneta, la tienda o la caravana y acceso directo a la playa. Las instalaciones del camping As Saada están algo desvencijadas pero cuenta con servicios y está limpio. Cuesta alrededor de 12 dírhams por persona, más 10dh por vehículo.
Hay que recordar que Tánger está a tres cuartos de hora de Asilah y allí existen algunos establecimientos como el camping Miramonte que tiene wifi, piscina, cabañas, restaurante y hasta una sala de fiestas. Cuenta con buenas instalaciones de agua y baños limpios. A doce kilómetros de Tánger está el camping Achakar que cuenta con duchas calientes y donde podemos pernoctar con la furgo con dos personas por poco más de 100 dh. Sabemos que viajar con tu furgo es una experiencia increíble, pero no debes perder la oportunidad de compartir tu experiencia con otros viajeros en alguno de los alojamientos de calidad y a buen precio que ofrece Asilah.
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